Oficina de Comunicación OAR
El Prior general ha dirigido una carta a los jóvenes de las JAR y los asesores religiosos con motivo de la fiesta de los santos Alipio y Posidio, amigos de San Agustín y patronos de las Juventudes Agustinas Recoletas.
Que el Dios de la esperanza colme nuestros corazones de alegría y paz.
En la fiesta de los santos Alipio y Posidio, patronos de la Juventud Agustino-Recoleta, quiero dirigirme a todos los jóvenes JAR para compartirles algunos pensamientos y sentimientos.
Alipio es para Agustín, el hermano de mi corazón[1],el amigo fiel, su alma gemela, su confidente; su refugio y descanso en las grandes batallas. Alipio es, junto con Mónica, la persona que hizo de Agustín un San Agustín[2]. Su gran personalidad y pureza de espíritu, unido a su radical defensa hasta las últimas consecuencias de la justicia, sorprendían a quien lo conocía. Los dos, Alipio y Agustín compartieron itinerario en busca de la fe y fueron bautizados el mismo día, en la Vigilia pascual del 387. Como Agustín, decidió también convertirse en siervo del Señor, es decir en monje, dejando todas las aspiraciones y ambiciones de este mundo. Y juntos como obispos trataron de ahuyentar a los lobos de su rebaño[3].
Por eso, cuando hablamos de fraternidad y de vida en comunidad en el carisma agustino recoleto, no hablamos de meras teorías o utopías, sino de algo que ha marcado profundamente la vida de San Agustín, de todos los santos agustinianos que han vivido este carisma, especialmente los más cercanos a San Agustín y sigue marcando la vida de muchos hombres y mujeres que hemos abrazado también este mismo estilo de vida en sus más diversas formas. Sobre la base de esta amistad, construirán juntos un proyecto que se mantiene vivo aún en nuestros días: la vida común, la fraternidad, la unidad de las almas y corazones de muchos en Dios. La auténtica amistad vivida desde los valores del evangelio y agustinianos, deben enseñarnos a salir de nosotros mismos, para pensar en el otro, en el que recorre junto conmigo el camino de la fe[4].
Qué bonito percibir que el testimonio y la preocupación de un amigo me pueden cambiar la vida y llevarme para Dios. Fue así como sucedió recíprocamente entre Agustín y Alipio. Lo que cada uno de ellos es delante de Dios, se debe en buena parte al amigo que Dios puso en sus vidas. Los amigos tienen la capacidad de arrastrarnos, por eso, procura elegir bien a tus amigos para que te arrastren para Dios. Ese es en cierta medida el ideal de vida de los que vivimos el carisma agustino recoleto, hacer de muchas almas y corazones una única alma en Cristo; el tener todo en común, el compartir la vida y principalmente al Dios que nos llama cada día a seguirlo con alegría.
Otra cosa que me atrae en Alipio es su radicalidad. No le van “las medias tintas”, la ambigüedad, la indefinición, en definitiva, la mediocridad. Recuerda Fr. Enrique Eguiarte en su libro Santos Alipio y Posidio, patronos de los jóvenes agustinos recoletos, que en su lucha por la justicia se la juega hasta las últimas consecuencias y que en no pocas ocasiones, por defender la fe, su vida corrió peligro.
Señor, estamos necesitados de esa valentía y de esa pasión en la Orden y en las JAR, necesitamos de esa intrepidez, de esa osadía, de esa radicalidad y coraje para no anteponer nada, ni la propia vida, a tus planes Señor.
Posidio fue seducido por Dios, siendo muy joven, a través de las palabras llenas de fuego de Agustín, por su sólida personalidad, por su ferviente amor a Cristo y por la dulzura de su amistad[5].Posidio es el biógrafo de Agustín, escribió el elenco de obras firmadas por Agustín y a él debemos la conservación de las obras de San Agustín después de su muerte. Probablemente Posidio llevó al destierro una colección completa de las obras de San Agustín.
Como obispo de Calama, casi encontró la muerte a manos de los paganos que se saltaron todas las prohibiciones de los emperadores y organizaron una procesión a la diosa Flora. Cuando Posidio los reprendió, ellos lo apedrearon, quemaron la iglesia, mataron a uno de sus clérigos y el salvó la vida porque pudo esconderse. También los donatistas más extremistas lo dejaron mal herido y casi acabaron con su vida. Al saber Agustín de estos acontecimientos viajó a Calama para darle apoyo. ¡Que bonito gesto de amistad y de humanidad!
Posidio no sólo admiraba a Agustín, sino que sobre todo lo imitaba, aprendía con él y colocaba en práctica sus enseñanzas, a veces arriesgando la vida. Hoy día nos declaramos admiradores de muchísima gente: de cantantes, de deportistas, de tiktokers, de youtubers, etc. Es una admiración que no nos lleva a un compromiso mayor, es una admiración que no nos cambia la vida, no nos transforma. Jesús no quiere admiradores, quiere seguidores, personas que comprometan su vida y se la jueguen, personas que lo arriesguen todo, porque Cristo, y el carisma agustiniano, como una forma de seguir al Maestro, no solo vale la pena, sino que vale la vida.
La vida de Posidio es una invitación a involucrarnos, a no ser meros espectadores, a no sentarnos para ver la vida pasar.
Señor, danos la determinación de Posidio y su compromiso con el Reino, que nada ni nadie nos pueda apartar de tu camino.
Por otro lado, quiero comentarles que estamos muy ilusionados con los preparativos para los próximos acontecimientos internacionales, en los que vosotros seréis los protagonistas: Sínodo y JMJAR, a celebrarse en Salamanca en el mes de julio, y también la JMJ de Lisboa, la primera semana de agosto. Se está dedicando mucho tiempo, esfuerzos, recursos humanos y económicos para que estos acontecimientos marquen el futuro de nuestras JAR.
En un momento en el que la Iglesia nos acerca el micrófono y nos pide que hablemos y lo hagamos con libertad, la Orden de Agustinos Recoletos, quiere ponerse a la escucha y ha querido que ustedes sean los primeros en tener la oportunidad de hablarnos desde el corazón y con libertad.
Por lo tanto, necesitamos acudir a Salamanca con los deberes hechos y no apenas a ver qué pasa. Y acudir con los deberes hechos significa haber participado del Oasis sinodal organizado por la Orden, haber reflexionado en profundidad con los hermanos del grupo sobre los temas propuestos y haber recabado la opinión y reflexión de los que tal vez no puedan participar de los encuentros internacionales, pero sí tienen mucho que decir y aportar, porque no nos engañemos, el éxito o no del Sínodo, dependerá de que lo hayamos preparado debidamente en las etapas previas.
Recuerden que el objetivo de estos encuentros es reflexionar y orar para ver si estamos en el camino que Dios, la Iglesia y la Orden esperan de nosotros.
Pido al Señor por los frutos de renovación y nuevo impulso que se esperan de estos encuentros.
Ojalá que la celebración de la fiesta de San Alipio y San Posidio sea cada vez más frecuente una oportunidad para juntarse, orar, reflexionar, celebrar y festejar lo que Dios va haciendo en la vida de nuestras caravanas, pre-comunidades y comunidades.
Aprovechamos también la ocasión para presentarles la nueva iconografía de Alipio y Posidio, cuyo autor es el mexicano Bernardo Ramonfaur. En la JMJAR, les haremos entrega de una nueva y breve biografía de nuestros santos patronos.
Feliz fiesta de San Alipio y San Posidio.
Que el Señor nos bendiga con su paz.
Panamá, 12 de mayo de 2023
Miguel Ángel Hernández OAR Prior general
[1] Confesiones, 9, 4,7
[2] Alipio el amigo, Posidio el discípulo; Sánchez Carazo. Nuestros Santos Agustinianos
[3] Santos Alipio y Posidio, patronos de los jóvenes agustinos recoletos, Enrique Eguiarte Bendímez, OAR. Ed. Metaphora
[4] Cf. ibid
[5] Santos Alipio y Posidio, patronos de los jóvenes agustinos recoletos, Enrique Eguiarte Bendímez, OAR. Ed. Metaphora
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